Apenas recordaba el traje que llevaba entonces. Tampoco se acordaba muy bien de lo que habían tomado. La hora estaba difusa y la gente que les rodeaba eran simple atrezzo, secundarios sin importancia. Era incapaz de decir con certeza, si hizo buen tiempo o por el contrario llovió. Su memoria, como le había pasado siempre, se había vuelto muy selectiva con aquel instante.
Sin embargo, podría describir todos y cada uno de los gestos que había hecho Lucía aquel día. Los alegres y sobre todo, los tristes, que eran los que habían abundando en aquella ocasión. Los había repasado, una y otra vez, en el último año. Los había interiorizado tanto, que sería capaz de reproducirlos frente al jurado de la pena, porque realmente, eso es lo que sentía desde entonces; una enorme pena que no le dejaba respirar, que no le dejaba dar un paso sin pensar en ella.
Hoy le había llamado. Pese a la insistencia que había dispuesto en quedar con él, Miguel había declinado la invitación en un par de ocasiones, aunque finalmente, las ganas de verla le habían hecho sucumbir y aceptar la propuesta. En el fondo -pensaba él- no hay corazón roto que deje pasar la oportunidad de que le expliquen la razón por la cual ha sido abandonado. Quería saber la explicación, los errores que había cometido, lo que no le gustaba de él…, quería hacerla el millón de preguntas que se quedó sin entonar cuando salió por la puerta aquel día con los ojos llorosos.
Realmente no había errores, sino todo lo contrario. Tampoco hicieron falta reproches o explicaciones concretas. El abrazo nada más verlo, la caricia en la mejilla y su -lo siento, no quería que pasaras por esto-, con un hilo de voz susurrado, le llevó a pensar que igual le quería mucho más de lo que pensaba. Al fin y al cabo, todo se arregló de un simple vistazo. Lucía estaba bastante más delgada, sus movimientos eran pausados y débiles, sus facciones mucho más marcadas, casi rozando lo cadavérico. El pañuelo rosa en su cabeza completó lo evidente. Todo había sido una huida hacia delante.
Te felicito me gusta como escribes,humanidades y aventuras